Ramo decorativo Floralis

Vitalidad, frescura y armonía. Estas son las tres cualidades que definen a la perfección el Ramo decorativo Floralis, una composición que emula la espontaneidad de un paseo primaveral transformado en objeto decorativo de impecable elegancia. Esta pieza encuentra su inspiración en la botánica más pura, evocando la ligereza de los campos en flor con un guiño contemporáneo. El ramo se construye a partir de 6 tallos largos y flexibles, y está compuesto por 3 amapolas de tonalidades distintas, 2 amarantos y 1 rama de salal. Cada tallo ha sido reforzado con alambre maleable para permitir adaptabilidad y movimiento, y se encuentran recubiertos en poliéster y polietileno de alta calidad, garantizando realismo visual y durabilidad. El amaranto se descuelga suavemente con una cadencia natural, otorgando dinamismo y un aire silvestre que equilibra el conjunto. Las amapolas en tonalidades vibrantes se erigen como el alma cromática del ramo: sus pétalos finos delicadamente texturizados aportan romanticismo, energía positiva y contraste lumínico. Por su parte, la rama de salal aporta volumen, frescor y el contrapunto perfecto para destacar las corolas principales. Como acento estacional, Floralis evoca el espíritu de la primavera y el verano, pero gracias a su diseño versátil y equilibrado, mantiene su poder decorativo durante todo el año, convirtiéndose en un símbolo de bienestar, belleza y atemporalidad.

Jarrón no incluido. Como guía visual de dimensiones, el jarrón mostrado en la imagen mide 38 cm de alto, con una boca de Ø12,5 cm de diámetro.

Para su correcto mantenimiento aconsejamos la limpieza con un paño húmedo o un cepillo de cerdas suaves, evitando el uso de productos químicos. En caso de suciedad más persistente, humedecer delicadamente los tallos en agua tibia y una solución de jabón neutro, aclarar con agua limpia y dejar secar cuidadosamente con papel absorbente, prestando atención a las hojas y recovecos. Para conservar la belleza de las ramas artificiales, recomendamos protegerlas de la exposición prolongada al sol directo, ya que puede provocar decoloración. Para evitar este efecto, pueden aplicarse aerosoles con protección UV para alargar su vida útil.